¿Cómo mejorar mi salud mental y adquirir inteligencia emocional?
María José Ruiz Velázquez
La salud mental incluye el bienestar emocional, psicológico y social de un individuo, este se ve afectada por la forma en que pensamos, sentimos y actuamos, no solo es la ausencia de trastornos como muchos creen, también están relacionados en cómo nos relacionamos con otras personas, tanto como en las decisiones que tomamos y es importante en todas las etapas de la vida desde la niñez, hasta la vejez.
En este artículo podrás leer que es la salud mental y la inteligencia emocional, como adquirirla y/o potenciarla, tanto en cómo podría estar perjudicando tu vida cotidiana el dejar de lado tus emociones o dejando que estas te controlen, también podrás tener varios consejos prácticos para mejorar tu calidad de vida, partiendo de la regulación emocional.
¿Qué es la salud mental?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es el bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y en última instancia, el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral. Para ello se propone el desarrollo de conocimientos y habilidades sobre las emociones con el objeto de capacitar al individuo para afrontar mejor los retos que se planten en la vida cotidiana. Todo ello tiene como finalidad aumentar el bienestar personal y social.
¿Cómo regular mis emociones?
Estos son consejos prácticos para regular las emociones y adquirir inteligencia emocional y mejorar su salud mental.
1. Identifica y nombra la emoción que estas sintiendo. Saber que emoción es la que estas presentando te ayudará a manejarla y gestionarla de mejor manera. Pregúntate sí es enojo, tristeza, alegría, asco, frustración, miedo… y di estoy… (la emoción) o me siento… (emoción). Este es el primer paso regular la
intensidad de la emoción que se está sintiendo y expresarla de manera adecuada, de este modo también evitar o controlar los impulsos que suceden cuando la emoción nos ciega.
2. Analiza el origen de la emoción. Es decir piensa que la detonó, pregúntate el por qué te ocasionó esa emoción. Por ejemplo: imagina que por alguna razón te molestas con un compañero (de trabajo o escuela) por un comentario que hizo, es posible que si lo piensas bien es posible que realmente estabas molesta por otra cuestión, pudo ser un malentendido o algo sin tanta importancia como para una emoción alta en intensidad y que podría solucionarse con la comunicación asertiva.
3. Expresa cómo te sientes. Sí algo te hiere, te molesta, te avergüenza, te incomoda o te satisface DILO; hablar sobre cómo nos sentimos ayuda a sentirnos liberados y de este modo no nos guardamos todo aquello que sentimos, así evitamos que la emoción nos ciegue y nos haga hacer cosas de las que podríamos arrepentirnos. Es importante decirle al otro como nos sentimos, esto podrá ayudar a mejorar la relación que tengamos con la otra persona, tanto como evitará muchos conflictos, si lo analizas mejor te darás cuenta de que hay personas (amigos, familiares o pareja) con los que siempre tienes los mismos problemas, por eso es importante decir cómo nos sentimos. La comunicación asertiva y la escucha activa son esenciales para tener relaciones sanas y constructivas, tanto para mejorar la convivencia en general con las personas con las que nos relacionamos en diferentes ámbitos de nuestra vida.
4. NO TRAGARSE LAS EMOCIONES. Si bien no siempre es posible decir cómo nos sentimos hay estrategias que puedes utilizar para no quedarte con la emoción dentro y exteriorizarla de la mejor manera. No gestionar adecuadamente nuestras emociones nos llega a enfermar cuando esto se vuelve constante, ¿te ha pasado que te duele la garganta después de una discusión en la que te quedaste callado? O ¿Qué te duela el estómago después de un enojo?, ¿te duele la cabeza después de pensar demasiado en algo que sucedió?, ¿tienes colitis, gastritis u otra enfermedad que termine en itis?, los malestares y algunas enfermedades que puedes estar padeciendo pueden ser psicosomáticas, es decir que su origen es psicológico-emocional; algunas enfermedades cardiacas, pulmonares, mentales y del sistema endocrino pueden ser psicosomáticas.
5. Canaliza tus emociones. Para el enojo se recomiendan los deportes, ya que el cerebro segrega noradrenalina y dopamina, es decir cuando nos enojamos el cuerpo se prepara para la lucha, pero también podemos hacer ejercicios de respiración, por ejemplo, hacer 10 respiraciones profundas y concentrarse en la respiración que estamos haciendo también nos ayuda a calmarnos. Para la tristeza se recomienda leer un libro, la meditación, actividades artísticas (alfarería, pintura, dibujo, etc.), hacer yoga, arte-terapia, caminar, hablar con un amigo (a), escribir; la principal función de la tristeza es ayudarnos a repararnos de una perdida, la reflexión y adaptarnos a las situaciones que se nos presentan a lo largo de nuestra vida, es un momento para conectarnos con nosotros mismos.
6. Piensa positivo. En ocasiones solo es necesario aceptar que no podemos tener el control de todo lo que sucede a nuestro alrededor, claro que nos hace sentirnos más seguros y confiados cuando tenemos el control de las cosas, pero es simplemente imposible controlar de todo lo que sucede, pero si podemos tener el control de cómo nos afecta los acontecimientos de la vida cotidiana. En cada situación tú decides como te afecta, si para bien o para mal, todo es una cuestión de percepción, si cambias tus pensamientos verás cómo las situaciones te afectan menos y podrás afrontarlas de mejor manera. Piensa en cada situación como una oportunidad para cambiar y/o mejorar algo. Por ejemplo, normalmente te molestas cuando vas tarde a algún lugar, pregúntate ¿de qué me sirve el enojo? ¿me ayuda a llegar más rápido?, las respuestas son claras, en una situación así no sirve de nada el enojo, sin embargo puedes tomarlo con buena actitud, si te perjudica en algo y no puedes hacer nada acéptalo y acepta las consecuencias que pudiera tener el retraso, si en cambio puedes hacer algo, no lo pienses más hazlo, sea avisar, cambiar de ruta, etc. Ahora ve la oportunidad, en este caso puedes idear formas de organizarte para que no se te haga tarde, o cambiar algún mal hábito, en el momento también puedes escuchar tu música favorita para que se te pase más rápido el tiempo, o hacer cualquier otra cosa que te sea posible para olvidarte de la tensión y el enojo, el estrés o la ansiedad.
7. Aliméntate sanamente. Llevar una dieta balanceada ayudará principalmente a que te sientas mejor física y mentalmente, ya que algunos alimentos tienen nutrientes y vitaminas que le hacen falta a nuestro cuerpo para un buen funcionamiento, además de que algunos ayudan a la segregación de endorfinas y neurotransmisores los cuales nos benefician a sentirnos felices y de mejor humor; por ejemplo alimentos ricos en omega
3, vitaminas de todo tipo, magnesio, zinc, entre otras. Algunos alimentos son las nueces, el plátano, el cacao (chocolate amargo), el pescado, espinacas, ciruelas, avena, frutos secos, etc.
8. Cuídate. Así como hay que procurar nuestro cuerpo haciendo ejercicio y alimentándonos sanamente, también hay que cuidar nuestra mente, aceptar que hay situaciones con las que no podemos solos es válido y el primer paso para buscar ayuda con un especialista, ir con un psicólogo puede seguir siendo un tabú para muchas personas, creyendo que no es necesario o que es tan grave lo que sienten como para recurrir a uno, sin embargo un psicólogo es un especialista que te ayuda a sobrellevar y afrontar todo aquello que no te es posible por tu propia cuenta o que está afectando otras áreas de tu vida (tu salud, escuela, familia, amigos, trabajo o pareja), te ayuda adquirir resiliencia, autoconocimiento y autorregulación, entre otras cosas, de acuerdo a la necesidad que tengas, pero en pocas palabras te ayuda a crecer a nivel personal, beneficiando el resto de las áreas de tu vida en general.
9. Agradece. Ser agradecidos con lo que tenemos y las personas que tenemos en nuestra vida es altamente benéfico, nos hace ver la vida de manera diferente, incluso agradecer lo que nos pasa es de gran utilidad para afrontarlo, las situaciones adversas atribuye a nuestro crecimiento y desarrollo personal, de tal modo que si se nos llega a presentar una situación similar tendremos herramientas emocionales para afrontarlo de mejor manera. Agradecer lo que tenemos es valorar lo que otros no tienen; agradecer que disponemos de personas que nos quieren y apoyan cuando lo necesitamos es esencial, ya que hoy están pera tal vez mañana no, sabemos que es la ley de la vida, vivir y morir.
10. Plantéate metas a corto, mediano y largo plazo. Tener metas en la vida es lo que nos da motivación para seguir adelante y hacer frente situación que se nos presente, aunque en ocasiones lo que pensamos que es un fracaso nos puede desmotivar, pero recuerda que eso podría ser una oportunidad para cambiar o mejorar algo, estos podrían partir de la vida que quieres tener, es por eso la importancia de las metas a corto y mediano plazo, para que poco a poco se puedan lograr esas y muchas más metas, pero sin perder la motivación y sabiendo claramente lo que se quiere lograr.
Los son consejos que te expuse son prácticos, tal vez algunos te cuesten más trabajo que otros, adquirir nuevos hábitos siempre es complicado, pero poco a poco podrás darte cuenta de los grandes beneficios que tiene trabajar en tu inteligencia emocional y cuidar no solo tu salud física, sino también tu salud mental, también notarás como tu calidad de vida también mejora, conforme vayas adquiriendo hábitos saludables e inteligencia emocional, recuerda que el trabajo personal es continuo, un proceso muy personal y que cada quien va a su propio ritmo, tanto como que está bien y es sano acudir a un profesional de la salud mental.
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María José Ruiz Velázquez
Psicóloga educativa
María José Ruiz Velázquez es licenciada en psicología educativa por la universidad de Ateneo Metropolitano de Guadalajara, Jalisco.






















































































