
A lo largo de mi práctica docente he tenido la oportunidad de trabajar con alumnos de distintos grados, es decir, desde alumnos de primero hasta sexto grado. He observado que, a pesar de las diferentes edades, tienen una característica en común, lo cual es que la mayoría de ellos no saben regular sus emociones y lo que conlleva una inteligencia emocional.
También me he dado cuenta de que, aunque en el currículo de educación primaria se encuentre la asignatura “socioemocional”, la mayoría de los docentes no saben cómo impartirla, ya que no cuentan con conocimientos y estrategias adecuadas acerca de esta asignatura, siendo que es indispensable para el desarrollo de los seres humanos.
El autor Goleman (1995) nos dice que la inteligencia emocional son las:
“características como la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y, por último —pero no por ello, menos importante—, la capacidad de empatizar y confiar en los demás.” (p. 56)

Goleman (1995) en su libro La inteligencia emocional nos menciona que “en aquellos momentos en que nos vemos arrastrados por las emociones, nuestra inteligencia se ve francamente desbordada” (p.17). Esto me hace recordar que erróneamente en las escuelas se le da más peso al CI (coeficiente intelectual) que a la IE (inteligencia emocional).
Sin embargo, Goleman (1995) hace una reflexión sobre que la inteligencia emocional en unos años equivaldrá lo mismo que el CI, e incluso puede llegar a superarlo para alcanzar el éxito en la vida.
“La tensión emocional prolongada puede obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad de aprendizaje” (Goleman, 1995, p. 50)
Es por ello que me parece indispensable iniciar con la creación de proyectos para el colectivo, tanto como directivos, docentes, personal administrativo y de mantenimiento, los cuales puedan crear un ambiente adecuado para el desarrollo socioemocional dentro de la escuela primaria. Que se generen herramientas para que los docentes puedan crear aulas emocionalmente adecuadas, es decir, donde los alumnos puedan desarrollar su inteligencia emocional a partir de estrategias permanentes.

“La emoción es algo tan fundamental para pensar eficazmente, tanto para tomar decisiones inteligentes como para permitirnos pensar con claridad” (Goleman, 1995, p. 49)
“Todos sabemos por experiencia propia que nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto —y a veces más— de nuestros sentimientos como de nuestros pensamientos”. (Ibid)
Por lo anterior, considero que, para evitar problemas emocionales en nuestros alumnos, es indispensable que aprendan a reconocer sus emociones y sepan regularlas para mejorar su autoconocimiento y la toma de decisiones en su día a día, creando un mejor rendimiento escolar, mejorando las relaciones con los demás, favoreciendo así su bienestar psicológico y la motivación para alcanzar las metas que se propongan en el futuro donde utilicen en conjunto su inteligencia emocional y su coeficiente intelectual para tener más éxito.
Referencias:
Goleman, D. (1995). La inteligencia emocional. México: Kairos.

Laura Fernanda Fregoso Guerrero
Educación básica y preparatoria en el Colegio Fray Pedro de Gante. Egresada de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco de la Licenciatura en Educación Primaria con Honores. Actualmente docente titular de grupo.






















































































